Para comprender las implicancias del RIGI es necesario situarlo en el marco jurídico de protección de las inversiones construido desde los años noventa. Los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) que Argentina firmó con 54 países desde los años noventa otorgaban protecciones significativas al capital extranjero : estabilidad jurídica, acceso a arbitraje internacional, protección contra expropiaciones, trato nacional, trato justo y equitativo, entre otros privilegios.